Con cinco años empezó a dar patadas a un balón con sus amigos y con doce entró en las categorías inferiores del Real Sporting de Gijón. Con ese mismo club se estrenó en Primera División en diciembre de 1985, mismo año en el que fue subcampeón con la selección española en el Mundial Sub-20 celebrado en la Unión Soviética. Los comienzos de Marcelino García Toral en el fútbol estuvieron salpicados de emociones fuertes. Con los altibajos propios de la edad, su trayectoria puede servir de espejo a muchos jóvenes. Por ello, la Universidad Nebrija –con motivo de la primera edición de IMPULSA, sus Jornadas de Empleo- pensó en él para tener un encuentro con los estudiantes. La charla, celebrada en el Campus de Madrid-Princesa, contó con una gran asistencia.
“No creo en los ADN en el fútbol; hay que respetar todas las formas de jugar”, señaló Marcelino, “aunque es importante también conocer la propia filosofía del club desarrollada a lo largo de su historia”. Una visión aperturista y alejada de dogmas que ha ido adquiriendo con el tiempo. “Con 20 años debuté en Primera División y pensé que me iba a comer el mundo. Me equivoqué en decisiones y en formas de actuar. En ese momento me convertí en un egocéntrico que creía que todo lo podía encauzar desde solo un punto de vista”, reconoció Marcelino. El técnico del Athletic Club respondió a todas las preguntas que le plantearon los asistentes, en una rueda de prensa improvisada.
“No creo en los ADN en el fútbol, hay que respetar todas las formas de jugar”
“Lo primero es tener capacidad, pero también cultivar tres principios básicos en las relaciones humanas: sinceridad, lealtad y ser justos”, comentó a la luz de su experiencia. En unos años, Marcelino pasó de debutar en Tercera con el CD Lealtad a ser elegido como el mejor entrenador de Primera División (Trofeo Miguel Muñoz) por su excelente labor con el RC Recreativo de Huelva.
“No aceptamos entrenar a un futbolista desmotivado; si sucede, con nosotros sucede durante poco tiempo”, afirmó con una sonrisa. “Seguro que hay algún equipo técnico que trabaje más que nosotros, pero no son muchos”. El uso continuo de la primera persona del plural refleja la unión y confianza extremas que existen dentro de su cuerpo técnico. Con algunos de sus integrantes lleva trabajando casi dos décadas. Son los casos de Ismael Fernández, el preparador físico, y de Rubén Uría, el segundo entrenador. Están con Marcelino desde 2003 y 2005 respectivamente.
«No solo debes explicar todo lo que sabes sobre fútbol a tu equipo, sino descubrir cómo transmitírselo de la mejor manera y ser un ejemplo profesional y humano para tus jugadores», cuenta el ténico del @AthleticClub, @Marcelino, en su visita a Nebrija. #NebrijaImpulsa pic.twitter.com/inYOJVAO54
— Universidad Nebrija (@Nebrija) April 26, 2022